« Home | De las protestas al plebiscito (1982-1989) » | Ocaso del movimiento sindical » | Transición de la derecha » | Democracia Cristiana en la transición » | Crecer con igualdad » | London Clinic: el ocaso del General » | La transición de los militares 1990-1994 » | Las leyes de amarre: el legado de Pinochet » | Gonzalo Vial y su postura en relación al informe d... » | La autorrepresentación final de Pinochet » 

martes, diciembre 12, 2006 

El día en que Chile dijo ¡No!

Universidad Finis Terrae
Facultad de Ciencias Sociales
Historia de Chile Contemporáneo
Patricia Cárdenas Valdés

1. Antecedentes generales de la gestación del Plebiscito.

Producto de la crisis económica, que afectó al país entre los años 1981 y 1984, surgen de manera espontánea una serie de paros y protestas que hacen que renazca la oposición al régimen. Como producto de la crisis económica, de los paros y protestas que surgen, Sergio Onofre Jarpa es nombrado ministro del interior, y este quien inicia una política de apertura permitiendo cierta libertad de prensa y que vuelvan algunos exiliados.

Esta apertura permite que los partidos de oposición vuelvan a surgir y que busquen acuerdos para tratar así de derrotar a Pinochet de manera legal, en el plebiscito que estaba establecido por la Constitución de 1980. Es así como surge la Alianza Democrática formada por la Democracia Cristiana y el Partido Socialista, constituyéndose el 2 de febrero de 1988 la Concertación de Partidos por el No. Por otra parte, a mediados de los 80` dentro de los partidos que apoyaban al gobierno se comienzan a desarrollar una serie de conflictos que terminarán con el surgimiento de dos partidos totalmente distintos, estos son la Unión Demócrata Independiente y la Renovación Nacional. La división entre estos dos grupos se da principalmente por el nivel de apoyo existente hacia Pinochet.

Ya encontrándose en marcha la idea del Plebiscito, el 16 de julio de 1985, la Junta aprueba la ley del Tribunal Calificador de Elecciones, un proyecto que el régimen consideraba menor, pues este no funcionaría sino hasta la última fase de la transición, cuando se eligiera el primer Parlamento (1). A pesar del debate producido al interior de las sesiones de la Junta, el Tribunal Calificador funcionaria para el Plebiscito, con motivo del establecimiento de la legitimidad. Bajo este fin, se fue mucho más lejos, pues el Articulo 10º Transitorio, mencionaba que los partidos políticos no podrían funcionar legalmente sino hasta que se dictara la ley Orgánica constitucional correspondiente (2). Pero si esta no existía, ¿cómo podrían funcionar los sistemas de control y vigilancia en el plebiscito? El extenso razonamiento de Valenzuela Somarriva provocó una división en el interior del gobierno. Se debían dictar leyes complementarias del sistema político: la de inscripciones electorales y la de partidos. En cuanto a la propaganda, sus fuentes de financiamiento sólo podrían ser nacionales. “Tendrían espacios en la prensa y la televisión a partir de 30 días antes y hasta el tercer día anterior al plebiscito” (3). Por último, se estableció la gratuidad del espacio de quince minutos por opción en la televisión y fijaba la fecha para elecciones parlamentarias y presidenciales en el 14 de diciembre de 1989, en caso del triunfo del No.

2. El Plebiscito en Marcha

En este plebiscito, a diferencia con lo ocurrido durante el de 1980 y de la Consulta realizada en 1978, hubo campaña política para ambas posiciones. Las que estuvieron marcadas por una gran participación ciudadana y por la utilización de todos los medios posibles para acaparar la atención. Para la difusión de las ideas de cada posición se utilizaron todos los medios posibles, destacándose la importancia que tuvo la televisión, que desde el 5 de Septiembre y hasta el 1 de Octubre emitió la franja política, la que fue vista por el 90.6% de la población, franja que tenía una duración de 30 minutos diarios, los que eran repartidos de manera equitativa para ambas opciones (4). Otro medio que fue utilizado por ambas opciones fue el de las grandes concentraciones. La campaña del No, era en el plebiscito la alternativa que apostaba por el cambio y por la renovación del sistema político vigente desde 1973, en donde todo el poder estaba en manos de una sola persona, la que gobernaba con poderes dictatoriales. La alternativa del No estaba representada por una parte de la oposición al régimen, la que quería derrotar a Augusto Pinochet de manera legal. Las agrupaciones que conformaban esta oposición conformaron la Concertación de Partidos por el No. La campaña, estaba realizada por publicistas y cineastas, los que tuvieron un gran acierto al no pelear frontalmente con Pinochet. Por otra parte, la campaña del Si, era la opción que postulaba al general Augusto Pinochet como candidato a la presidencia por 8 años, en los cuales gobernaría dentro de la ley, en una democracia. La campaña del Sí fue realizada en un primer momento por miembros de las Fuerzas Armadas. Pero ante los malos resultados obtenidos y las fuertes críticas obtenidas, las que venían incluso de los propios miembros del gobierno, este pide ayuda a los civiles, entre los que se destacan por su fuerte colaboración, Joaquín Lavín y Jovino Novoa . Esta se basada en comparar el presente donde había orden con un pasado desordenado y caótico. Lo que buscaban como campaña era revivir el ambiente previo al golpe de 1973. Como campaña se asemejó mucho a lo que se podría catalogar como una campaña del terror.

3. Resultados

El miércoles 5 de octubre de 1988, la población que voto en el plebiscito fue de más de siete millones de personas, incluyendo una gran participación de la juventud. Era una votación en la que cualquier cosa podía ocurrir, ya que las encuestas daban resultados contradictorios entre sí. El recuento de votos fue un aspecto de vital importancia en el proceso electoral de octubre de 1988, ya que casi la mitad de la población no creía en la veracidad de los resultados que entregaría el gobierno, pese a la creación del Tribunal Constitucional que tenía como objetivo resguardar la transparencia de la elección. Finalmente a los partidarios del Sí no les queda otra opción que la de reconocer el triunfo del No. Los resultados fueron: total escrutados: 7.263.241; votos por el Si: 3.111.875, equivalente a un 43.00% y votos por el no 3.959.495, equivalentes a un 54.70%. los nulos llegaron a un 1.30% y los blancos a 0,90%.

Cavallo, Ascanio, La Historia Oculta del Régimen Militar: Chile 1973- 1988. Editorial Antártica S.A. Chile. 1989. P. 555
2 Ibid. P. 556
3 Ibid. P. 562
4 Ibid.P. 573