martes, junio 20, 2006 

La "década en que vivimos en peligro"

Queridísimos, se nos viene encima la segunda prueba. Unos comentarios acerca de la lectura que están sufriendo.

El libro de Cavallo nos habla de centenares de cosas, sucedidas en la década de 1990 (horizonte de tiempo abarcado por el libro). Tantas que por momentos uno teme perderse, sumergido en un mar de datos, que no muestran, muchas veces, una dirección clara. Pero no se equivoquen. Aunque los asuntos se muestran muy enredados en la prosa, el tema de fondo es uno solo. En los 90's Chile da sus primeros pasos hacia la democracia, lleno de temor, con peligros que son reales, que están siempre a la vuelta. El temor, que abarca a todos, es más que miedo en estado bruto (aunque hay miedo también). Se trata, más bien, de una sensación generalizada de fragilidad. La democracia es una conquista lograda luego de pasar por muchos años oscuros, en que hay fractura social, momentos de crisis económica, cambios que empujan al futuro pero que provocan, en el corto plazo, desazón y desencuentros, graves, lacerantes. La experiencia de convivir distintos en un mismo país, es algo que pocos recuerdan y muchos no conocen. Nadie se siente seguro en relación a lo que viene por delante: para sí mismos, para su familia, su tendencia, su país. Tememos que pueda pasar cualquier cosa. Casi pensamos que eso, la crisis, una vuelta atrás del tipo que sea, puede resultar inevitable.

Hay razones que están a la vista de cualquiera para que se sienta tanta inseguridad. Los gobernantes que han impuesto mano dura, dentro de regímenes de excepción, no acostumbran entregar el mando a sus antiguos oponentes. Los motivos están a la vista. Luego de romper muchos huesos, por los motivos que sean (incluidos los buenos motivos) tiene que llegar el revanchismo. ¿Qué va a pasar cuando los antiguos derrotados por los militares recuperen el poder?. La sociedad en los 90's teme que lo peor. Pinochet ha entregado, a los civiles, sólo una parte del poder. Subsiste su papel tutelar como Comandante en Jefe del Ejército, luego como senador designado. Están ahí todas las leyes de amarre dejadas por el régimen saliente.

El general, además, declara a diestras y siniestras que nadie puede tocar su obra, su gente, y cuenta con el apoyo disciplinado del sector de la derecha más cercano a su régimen. Para dar fuerza a sus palabras (fuertes, por sí mismas), emprende acciones claras que demuestran su determinación para intervenir en el mundo de los civiles, si las circunstancias lo hacen necesario. Los civiles, de todos los bandos, sienten la fuerza de presencia. Lo hacen, también, los líderes de la Concertación. Y su primer presidente....

En cierto modo, en los 90's, Chile tuvo dos presidentes. Aylwin y Pinochet se disputan cada pedacito posible de poder, con firmeza, casi con rabia. Hay encontrones grandes, medianos y chicos, que crecen en intensidad..... hasta que los ingleses y luego los norteamericanos, fruto del azar, asesinan la imagen del general, transforman a sus devotos en sus viudos, se disipan esos temores que estaban alojados en alguna parte extraña del inconsciente colectivo. Chile deja de tener, a partir de ese momento, un presidente civil y una sombra. La Concertación queda con la pista despejada y se abre una nueva etapa, en que hay que enfrentar la tarea más dificil de todos: discutir acerca del futuro más que acerca del pasado.

En el libro que los aflige pueden ver retratada esta etapa. En clases vamos a comentar lo que vino luego.